A Cupid le van mal los exámenes

La hasta ahora inteligente monstruita C.A. Cupid está bajando bastante de nota en los exámenes. ¿Qué le ocurre? Pues muy fácil, está molesta porque el pasado San Valentín un montón de gente estuvo sin pareja. Cupid sigue opinando que "el Día de los Enamorados" debería ser cada día, pero parece que la gente le echa  la culpa a su padre por no "dispararle una flecha" a la gente sin pareja, lo cuál lleva a Cupid a estar de muy mal humor. No quiere disparar flechas y que ocurra cómo el San Valentín pasado (se armó un lío terrorífico en el cumplespantos de Draculaura con las flechas de ésta monstruita amorosa) así que ha decidido limitarse a seguir su programa de radio. Si un caso, también está pensando en pedirle ayuda a Ghoulia para que pueda concentrarse en los exámenes. ¡Si sigue bajando la nota de ésta manera, llegará a sacar ceros en menos de cuatro semanas! O al menos así lo dicen mis cálculos fantasmagóricos (casi tan eficaces cómo los de la propia Ghoulia, pero por cortesía de las calculadoras. Odio las matemáticas. ¿No pensáis que son un horror?) En fin, sin irnos del tema, Cupid le ha prometido a su padre que procurará mejorar su nota de media, por lo menos, para que no le castigue su querido arco mágico del amor. Pero si sigue con su mal humor debido al fracaso de las parejas en San Valentín, probablemente no lo consiga. ¿Logrará Chariclo Arganthone Cupid volver a sus buenas notas habituales para no perder su amado arco? Lo descubriremos muy pronto, durante los días de la entrega de las notas de la 2ª evaluación monstruosa.

Doble cita en el antro comercial

¡Cadenas tintineantes! La reportera más fantasmagórica del mundo acaba de presenciar algo nuevo, ¡una doble cita! Hoy, Ghoulia y su novio Slow Moe habían quedado para comer en una cafetería del antro comercial. Los dos zombis estaban muy felices juntos, hasta que, de repente, aparecieron Deuce y Cleo. ¡Menudo lío! Resulta ser que ésta mona parejita había alquilado la mesa ayer para comer hoy, pero Slow Moe y Ghoulia no lo sabían y por éso escogieron ésa mesa. Y, ¿cuál fue la solución? Cómo Cleo y Ghoulia son amigas, Cleo no podía echarla a ella ni a Slow Moe, así que se sentó con Deuce en la misma mesa que ellos. ¡Y así tuvo lugar una doble cita, señoras y señores! Cleo y Deuce acoplándose a la cita romántica de Slow Moe y Ghoulia. ¡Para morirse de risa! Lo más gracioso de todo es que a Ghoulia no le hizo demasiada gracia que Deuce y Cleo comieran con ella y su novio, pero cómo son cosas de monstruo-amigas, seguro que no tarda en asomar el perdón. Así que ya sabéis, seres de Monstruópolis: antes de elegir mesa en un resterrorante, preguntad primero si alguien tiene alquilada dicha mesa. ¡O de lo contrario podéis acabar en una cita doble cómo éstos cuatro!

¿Abbey tiene problemas? ¿O Abbey ES un problema?

Abbey Bominable está causando estragos allá dónde va. Nunca ha sido una monstruita problemática, pero últimamente está un poco... Fría. Más fría de lo normal, quiero decir. En clase se despista, congela objetos de los demás sin querer y muchos monstruitos empiezan a quejarse de ella. Lo cierto es que Abbey parece estar un poco aislada de todo, no escucha cuándo sus amigas le hablan y va cómo un alma en pena por los pasillos del instituto. Cuándo alguien le pregunta qué le ocurre, se limita a decir que está bien y que simplemente se encuentra un poco floja. Todos tenemos nuestras etapas perezosas, éso es comprensible, ¿pero a qué viene que la propia Abbey descontrole sus poderes o sus palabras? Según el monstruo de debajo de la cama, experto en psicología durmiente, lo que le ocurre a Abbey es falta de sueño. Pero otros no están tan seguros. ¿Qué le ocurre a ésta alegre y dulce monstruita? ¿Estará pasando por alguna mala etapa? Probablemente tenga algún problema y no quiera contárselo a nadie para no preocupar. O tal vez, cómo pronto llegará la primavera y con ella, el calor, Abbey esté siendo un poco debilitada por el cambio de clima. Algunos no le dan mucha importancia a éste tema, mientras que los amigos de Abbey sí que lo hacen, preocupándose hasta límites horripilantes. ¿Vosotros, qué pensáis? ¿Cuáles serán los motivos de Abbey para actuar de éstas maneras tan apagadas y monótonas? Quizá lo descubramos pronto, o quizá no lo hagamos nunca. Cada monstruito tiene su secreto inconfesable, ¿no creéis?